Jenni Rivera le salvo la vida a mas de una mujer

 

 Pronto la vida de La Diva de la Banda en Novela. 

Un adelanto aqui en el Blog de La Mariposa de Playa Larga 

 Cont....

"Sin embargo, ella estaba acostumbrada a que su vida era una montaña rusa de altibajos y eso no la dejaba disfrutar de su felicidad a plenitud.

 Una mañana, cuando ella menos lo esperaba, recibió una noticia sobre su segundo ex esposo, Juan López quien todavía estaba encarcelado en California City.

 Juan había contraído una grave neumonía y había sido trasladado de emergencia a uno de los hospitales en Lancaster, California.

Con su corazón lleno de angustia, Jenni llamó a sus dos hijos Jennicka y Johnny a la salita familiar y les dijo: —Hijos, los llamé para darles una noticia fuerte y necesito que me escuchen con calma.

Los dos hijos menores de Jenni abrieron sus ojitos y se dispusieron a escuchar lo que su madre tenía que decirles. —Me llamaron esta mañana para informarme que Daddy está muy enfermo. Anoche lo hospitalizaron porque tiene neumonía.

Ambos niños rompieron a llorar desconsolados en los regazos de Jenni, quien trataba por todos los medios de consolarlos pero no podía. —Vamos, Mami, please. Vámonos ya a ver a mi papá —dijo Johnny Angel mostrando una gran angustia.

Jenni no estaba segura si podría complacerlos. Le habían informado que el hospital estaba lleno de periodistas esperando por ella y sus hijos. Ese problema de los paparazzis probablemente no le permitiría a Jenni entrar con sus hijos a la institución.

Sin embargo, ella quería complacerlos. Lo consideraba un deber como madre.

Jenni le indicó a su equipo que prepararan su viaje en un helicóptero para así poder entrar por la azotea del hospital, pero, cuando ya estaba a punto de salir para el aeropuerto, recibió la mala noticia. Juan López había fallecido sin haber visto a Jenni ni a sus dos hijitos por última vez.

 A Jenni no le quedó otra opción que darles aquella noticia a sus dos hijos. Al verlos desconsolados, Jenni lloró con ellos por aquel hombre que había dejado una huella imborrable en su vida.

 De sus dos hijos menores, Johnny Angel fue el que se vio más afectado por la muerte de su padre.

Por varios meses, Jenni intentó ayudarlo llevándoles de vacaciones, dedicándole más tiempo y llevándoselo con ella a sus presentaciones.

Sin embargo, Johnny tenía pesadillas por las noches, siempre estaba ansioso y le costaba mucho establecer amistades con sus compañeros de escuela.

Eso convenció a Jenni de que el niño necesitaba ayuda profesional, pero el psicólogo al que lo llevó, le dijo que lo único que podía hacer por su hijo era darle tiempo para que se recuperara de su pérdida.

También le recomendó que le invitara amiguitos a su casa para que se socializara en un ambiente pequeño. Esto lo ayudaría a subir su auto estima.

Una tarde cuando Jenni recogió a su hijo Johnny de la escuela. se encontró con la noticia que la directora la había convocado a una conferencia con los profesores de Johnny.

Un poco sorprendida, Jenni asistió a la reunión para averiguar de qué se trataba. Su hijo nunca antes había presentado problemas de conducta. Ella no tenía idea de qué era lo que había hecho Johnny ni tampoco sabía cuáles serían las consecuencias.

En la conferencia, la directora le dijo: —Señora Rivera, la razón por la que la llamé es porque ayer en la mañana su hijo se peleó con dos compañeros de la clase. Al escuchar aquello, Jenni quedó atónita. La directora del colegio lo notó y por eso continuó explicando: —Johnny golpeó fuertemente a los niños con una silla. Aunque Johnny dice que ellos lo insultaron, él no debía haber actuado en la forma que lo hizo.

Jenni sin salir de su asombro, se preguntaba que pudo haber hecho a Johnny golpear a aquellos niños con tanta furia.

Cuando iba a preguntarle a la directora cual sería la consecuencia por el incidente, la oyó decir: —La junta del colegio ha decidido expulsar a su hijo. Johnny no podrá volver a esta escuela a partir de hoy.

Sorprendida, Jenni, le reclamó. —Pero Mrs. Brown, ¿no le puede dar una consecuencia menos fuerte? Esta es la primera vez que él tiene un problema de conducta desde que entró a Kindergarten. ¿No podría usted darle una advertencia por escrito o una suspensión?

Mrs. Brown escuchó a Jenni y, una vez terminó de hablar, la miró y le dijo: —Entiendo su problema señora Rivera, pero no fui yo la persona que tomó esta decisión. Los miembros de la junta directiva se reunieron ayer por la tarde y, aunque yo traté de defender a Johnny, ellos acordaron que la expulsión es inapelable.

Jenni salió de la oficina confundida y, más que todo preocupada por su hijo. Se sentía derrotada y no tenía idea de cómo resolver este problema tan grave.

Más tarde, Jenni se enteró por boca de su mismo hijo Johnny, que la razón por la cual él había golpeado a los niños, era porque le habían gritado que él era hijo de un narcotraficante.

Esto le había dolido tanto a Johnny que no había encontrado otra forma de defenderse que golpeándolos.

Este incidente en la escuela de su hijo menor era un nuevo problema que se suscitaba en la vida de Jenni.

Ahora tendría que matricular a Johnny en una escuela pública al menos provisionalmente mientras encontraba otra escuela privada.

Lo que más le preocupaba a ella era que la expulsión no le haría bien a su hijo en su recuperación emocional.

Lo que Jenni no se imaginaba era que el problema de Johnny no sería lo único que afectaría su vida en esa época.

Sin embargo, ella había aprendido una lección importante y ésta era que cada infortunio que sufría en su vida traía siempre consigo una bendición escondida"    continuara....

No se la puede perder. 

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